La agenda oculta del emperador

Cuenta la leyenda que Nerón tocó la lira desde su palacio en la colina Palatina mientras Roma ardía a sus pies. Aunque no existen evidencias contundentes de que el incendio haya sido deliberado, lo que es un hecho es que los desvaríos y excentricidades de Nerón sumieron al otrora poderoso imperio en el caos total.

Hijo adoptivo del emperador Claudio, llegó al poder mediante una compleja serie de traiciones y con el apoyo del ejército. Para el público en general, Nerón fue un cambio bienvenido y muchos creían que era generoso, amable y accesible.

Su disposición natural por el entretenimiento facilitó que priorizara la construcción de teatros donde se desarrollaron numerosos eventos culturales así como competencias atléticas en las que participaba, acrecentando su popularidad.

Sin embargo, el emperador tenía una agenda oculta y a pesar de los buenos consejos de Séneca, el reinado transitó de una catástrofe a otra. Muertas su madre y su esposa Octavia, ambas por envenenamiento, el clima del gobierno se torna sombrío, oscilando entre la extravagancia y el terror.

Tratando de sostener la aceptación del pueblo por medio de regalos, destruyó la economía del imperio. Para financiarse, decidió confiscar los bienes de los Senadores, lo que resultó en su rechazo y el germen para posteriores conspiraciones.

Crisis políticas e insurrecciones se sucedieron sin tregua hasta el 19 de julio del año 64 de nuestra era, cuando la totalidad de Roma ardió en un fuego que duro seis días. Cientos murieron y miles quedaron sin hogar. Los saqueadores devastaron la ciudad. La culpa recayó, por supuesto, en los enemigos del régimen, y cientos de cristianos fueron sometidos en una cruel persecución.

La reconstrucción de la ciudad obligó al gobierno a elevar los impuestos y se aprovechó para el rediseño de la ciudad, incluyendo el Palacio Dorado de Nerón que se dice contaba con techos chapados en oro, un lago y animales exóticos. Quienes creen que Nerón provocó el incendio señalan a su palacio como el motivo de fondo.

Pero el peor error de Nerón fue el descuido de las fronteras que acabaron por poner al descubierto la debilidad de Roma. Las crisis se sucedieron y con el tiempo Nerón perdió el apoyo del Senado que lo declaró enemigo público nombrando un nuevo emperador. En la huida, Nerón muere a manos de su secretario en un suicidio asistido. La muerte de Nerón desató la primera guerra civil del Imperio Romano.

PD. A las crisis existentes en la Universidad de las Américas en Puebla (UDLAP) y el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), se suma esta semana el decreto de extinción del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA) bajo una pretendida austeridad. Estas acciones perjudican de manera desproporcionada a cientos de colegas que verán afectadas sus investigaciones y vulnerados sus derechos laborales, por lo que me sumo a sus reclamos.

Fuente

El Sol de Cuernavaca

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